jueves, 16 de abril de 2009

Testiculando

Tiene ya varios años que los testigos de Jehová no se paran por mi casa. He notado, incluso, asomado por la ventana, que hacen esfuerzos conscientes para evitar pararse por aquí. Tocan en la casa de al lado, no reciben contestación, y se saltan a la casa siguiente. El mismo resultado siempre.

Pero un par de almas extraviadas e ignorantes de lo que les esperaba (o demasiado confiadas en su habilidad de convencimiento) osaron tocar hoy en la mañana al timbre. En otras ocasiones me ha tocado (cuando solían visitarnos con sus extravagantes pretenciones) recibirles de distintas maneras:

  1. "¡Qué bueno que estan aquí! ¡Pasen por favor Pasen! Hace un rato que mi madre se puso a jugar con una Ouija, y tiene los ojos en blanco y vomita verde" (extraño pero conprensible mutis apresurado de las piadosas señoras).
  2. "Muy bien, pasen ustedes. ¿Quieren platicar de la Biblia? Me parece perfecto. ¿De qué Biblia quieren platicar, de la suya o de la mía?"
  3. "Qué bueno que vinieron. Llevo estudiando teología durante 10 años y no tengo a nadie con quien compartir impresiones..."
  4. (mi favorita) "¿Testigos de quién? Perdón, pero me parece que para ser testigos de algo, es necesario estar presente, y por lo que veo, ustedes no aparentan tener 6,000 años de antiguedad, quizás sólo un poco menos".
http://www.sindioses.org/sociedad/testiculando.html

by Mario Romero Plascencia

No hay comentarios:

Publicar un comentario